Hace varios años que me ronda por la cabeza la idea de restaurar una moto clásica. Todo empezó al ver la Lube 125 que mi cuñado Miguel tiene guardada en su finca, reposando los años hasta el día que sea restaurada. Los que me conocen saben que si hay una marca de motos que me alegra el corazón, esa es la marca italiana de Borgo Panigale, una pequeña localidad cercana a Bologna (Italia). Sí, no es otra que Ducati. No es fácil tener una. Probablemente sea una de las marcas de motos más exclusivas del planeta. Una fábrica pequeña, con una idiosincrasia propia, sin seguir las reglas establecidas por los japoneses, reyes del mercado de las dos ruedas. Sólo aquellos a los que se nos ponen los pelos de punta cuando oímos el sonido de un motor desmodrómico al ralentí, podemos entenderlo.
Sólamente dos veces he estado cerca de poseer una: hace años pude haber comprado una ducati 600 supersport de segunda mano, pero se escapó. Esta vez, gracias a Raquel, no se ha escapado. A finales de febrero, aprovechando el puente de Andalucía, pasamos 5 días en San Sebastián, en casa de su primo David y su pareja, Nora. Dió la casualidad que Nora es hija de Heli (www.heliducati.com), probablemente el mejor restaurador de ducati clásicas que hay en España. y que, tras una visita a su garaje, me envenenó.
Echar un rato con él es suficiente. Aproximadamente 45 minutos que se pasaron volando porque la familia nos obligó a salir del garaje (había que cenar). ¡Por Dios!: Quién se acuerda de cenar cuando estás dentro de un garaje donde se han restaurado infinidad de motos clásicas ducati? Ver todas esas piezas desmontadas, bancos de taller, herramientas, posters, etc. te provoca olvidarte de todo. Dentro de ese garaje, el tiempo se duerme.
A la vuelta a Cortegana, me puse a buscar por internet siguiendo las indicaciones de Heli: moto lo más completa posible, no importa que esté muy sucio, bueno sí importa, mejor más sucia que vale menos. De papeles lo más completa posible que luego tráfico da mucho jaleo. Dicho y hecho: encontré en Dos Hermanas (Sevilla) una preciosa Ducati 200 ts de 1967, con la documentación vigente a falta de pasar la ITV. Tras dos llamadas y una visita llegamos a un acuerdo en el precio y se completó la operación: Raquel me había regalado una Ducati, una preciosa Ducati 200 ts fabricada en España por Mototrans, licenciataria para fabricar motos ducati en España durante las décadas de los 60, 70 y 80. A partir de aquí sólo me quedaba respirar fuerte y empezar la ardua labor de restaurarla. Y en esa estamos....